Un tipo entra a un sexshop buscando algo interesante. Entonces, ve algo que le llama la atención: unas gafas, pero no unas gafas ordinarias sino unas especiales que permiten ver a la gente desnuda; ¡totalmente desnuda! Así que llama al dependiente y le pregunta:
"Señor, ¿estas gafas funcionan?"
"Claro que sí".
"¿Y cuánto cuestan?"
"Quinientos dólares".
"¡Quinientos dólares! No puede ser".
"¿Quiere ver a la gente desnuda o no?"
"Bueno, está bien".
Cuando el hombre sale a la calle, todo el mundo está desnudo, los hombres están desnudos, ¡las mujeres están desnudas!
Al llegar a su casa, entra sin tocar y se dirige a su habitación; al entrar, ve a su mejor amigo y a su mujer desnudos en la cama. El hombre se ríe ruidosamente y luego se quita las gafas, pero su esposa y su mejor amigo siguen desnudos. Entonces exclama:
"¡Malditos cerdos, quinientos dólares y ya se dañaron las gafas!"