Un tipo muere y sube feliz al cielo. Después de 1560 años de vida eterna en el Paraíso decide pedir una audiencia con San Pedro y éste le atiende en una sala inmensa con vistas al infierno.
- Mira San Pedro. La verdad es que yo estoy muy bien aquí, no me puedo quejar, pero a veces miro al personal allí en el infierno y me pregunto si ellos no tendrán una vida eterna más placentera. Mira, por ejemplo, aquel tipo sentado en una barra, con una buena jarra de cerveza en la mano y charlando con aquella rubia buenorra... perdón... tan atractiva.
- Pero hijo mío... ¿no te das cuenta que aquello es parte del castigo?
- ¿Castigo? ¿qué castigo?
- Castigo, sí... mira, la jarra de cerveza tiene un agujero en el fondo y si la levanta se va a verter toda por el suelo.
- ¿Y la mujer?
- ¡Esa! ¡Esa no tiene agujero ninguno!