Dos jóvenes, en su primera búsqueda de trabajo, van a una entrevista con el gerente de recursos humanos de una empresa que buscaba vendedores audaces y mentalmente rápidos.
Pasa el primero de ellos a la entrevista personal y el gerente le lanza, sin preámbulos, una pregunta:
- Veamos, cuando usted me observa, ¿qué es lo primero que ve?
Sorprendido, el joven lo mira, ve que tiene unas orejas extremadamente chicas, casi inexistentes, y le dice:
- Lo primero que veo es que usted no tiene orejas.
El hombre, al escuchar esa respuesta, se enoja muchísimo.
- ¿Cómo se atreve a ser tan insolente? ¡Retírese de aquí, enseguida!
El joven sale y se cruza con su amigo que va a entrar a la entrevista.
- Ten cuidado con lo que dices. Este hombre casi no tiene orejas, y como se lo dije, me echó. O sea que de las orejas, nada.
- Pierde cuidado, conmigo eso no va a pasar !”responde el amigo.
El gerente, frente a este nuevo aspirante, repite la pregunta:
- Míreme, y dígame que es lo primero que ve.
- Veo que usted tiene lentes de contacto.
- Excelente respuesta, y muy acertada !”dice el hombre, asombrado por la capacidad y rapidez de observación del muchacho!”. En efecto, tengo lentes de contacto. ¿Cómo pudo darse cuenta?
- Muy fácil. Como usted no tiene orejas, ¿en dónde apoyaría los anteojos?