Dos senadores hacian visitas en plena campaña electoral.
Llegan a una escuela donde necesitaban sillas, mesas y computadoras.
Uno de los senadores le explica al director que cuentan con un presupuesto limitado y que no pueden garantizarle nada.
Después se trasladan a la cárcel y el director les pide camas y alimentos para los reos.
El mismo senador se compromete a conseguir el suficiente dinero para cubrir las necesidades y construir una piscina, una cancha de fútbol y poner cable en todos los televisores.
De regreso al capitolio, el otro legislador le pregunta:
- ¿ por que le diste todo el dinero del presupuesto a la cárcel y no a la escuela?
- Amigo, de una cosa estoy seguro: a la escuela no voy a volver más, pero a la cárcel nunca se sabe…