Está un pobre hombre toda la mañana intentando pescar en el río y nada. No pica ni un pez. En esto que llega el cartero del pueblo, baja de la bicicleta, mete la mano en el agua y ¡chas! empieza a sacar un montón de peces.
- Oye, ¿qué truco es éste? - pregunta el pescador.
- Mira, te diré el truco. Lo único que tienes que hacer es tocarle la v@gin@ a tu mujer y luego venir a pescar. Al poner la mano en el agua, los peces se sienten atraídos y ya está.
Pues bueno, coge el pescador y se va a su casa. Entra sin hacer ruido en la cocina y se encuentra a su mujer de espaldas preparando la comida. El pescador sigilosamente le mete la mano por debajo de la falda a su mujer, a lo que ella contesta:
- Picarón, picarón... ¿Ya has acabado de repartir el correo?
