El mundo está lleno de gente peculiar, de eso no hay duda.
Este es el caso de una chica de tan solo 21 años, que se hace llamar Kerry Trebilcock. Su adicción es la de comer esponjas de fregar y pastillas de jabón, así como se muestra en las fotografías, “a palo seco” y sin cocinarlas previamente. Suele mojar las esponjas en té o en salsas y siempre sale de casa con trozos de esponja en los bolsillos por si le da el apetito.
Según cuentan medios ingleses, lleva consumidas hasta la fecha la increíble cifra de 4.000 esponjas y unas 100 pastillas de jabón. La joven achaca su adicción a una infección parasitaria que adquirió en Marruecos, afirma sufrir de un extraño desorden alimenticio compulsivo que se conoce como “pica” sí, existe esa enfermedad, según la Wikipedia:
La pica es un tipo de fagia que consiste en un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria. Conocido como una variante de un tipo de trastorno alimentario en el que existe un deseo irresistible de comer o lamer sustancias no nutritivas y poco usuales como tierra, tiza, yeso, virutas de la pintura, bicarbonato de sosa, almidón, pegamento, moho, cenizas de cigarrillo, insectos, papel o cualquier otra cosa que no tiene, en apariencia, ningún valor alimenticio.