Mientras le ofrecía los accesorios de limpieza y cocina el vendedor no aguanto más y se revienta un pedito chiquitito pero apestoso y la señora le dice a su perrita: Fifí salte. El vendedor aliviado piensa: Que bueno le echaron la culpa al perro. El vendedor sigue en su labor de convencimiento y se echa otro pedito. La señora le vuelve a decir su mascota: Fifí salte. El vendedor aliviado y contento porque le habían echado la culpa a la mascota dice: Si Fifí salte. En eso la señora responde: ¡Si Fifí salte porque si no el señor te va a cag@r!
Chistes #479